Tras la búsqueda de diversas noticias encontradas en los medios, relacionadas con el transporte de mercancías perecederas, hemos seleccionado algunas interesantes. Algunos de sus contenidos nos parecen particularmente destacables, como por ejemplo cómo se realiza el transporte aéreo de mercancías perecederas, como flores, verduras, pescado o carne.
Por ejemplo, cómo llegan los esparragos de Perú hasta Madrid todos los años. Iberia es la encargada de traer más de 5 millones de kilos de espárragos al año para su distribución tanto nacional como europea.
Todos los aviones de la compañía española traen en sus bodegas mercancía, además del equipaje de los pasajeros.
Para Iberia el transporte de mercancías perecederas supone el 29% del total de productos que cargan en sus bodegas, subiendo este porcentaje hasta el 63% cuando hablamos de vuelos procedentes de América, y un 11% en sentido inverso, es decir, exportaciones desde España hacia América.
La regla de oro para que todos los productos perecederos lleguen frescos es no romper la cadena del frío. Por tanto, dependiendo de qué producto se transporte viajará de una forma u otra. La rapidez de la operación es algo básico para que los alimentos no pierdan frescura, por lo que se intenta que el producto vaya desde el campo de producción a la mesa del consumidor en menos de 48 horas.
Por ejemplo, cómo llegan los esparragos de Perú hasta Madrid todos los años. Iberia es la encargada de traer más de 5 millones de kilos de espárragos al año para su distribución tanto nacional como europea.
Todos los aviones de la compañía española traen en sus bodegas mercancía, además del equipaje de los pasajeros.
Para Iberia el transporte de mercancías perecederas supone el 29% del total de productos que cargan en sus bodegas, subiendo este porcentaje hasta el 63% cuando hablamos de vuelos procedentes de América, y un 11% en sentido inverso, es decir, exportaciones desde España hacia América.
La regla de oro para que todos los productos perecederos lleguen frescos es no romper la cadena del frío. Por tanto, dependiendo de qué producto se transporte viajará de una forma u otra. La rapidez de la operación es algo básico para que los alimentos no pierdan frescura, por lo que se intenta que el producto vaya desde el campo de producción a la mesa del consumidor en menos de 48 horas.
Antes de iniciar el viaje, hay que preparar la carga, teniendo en cuenta que cada producto necesita una serie de cuidados específicos. En el caso de
las flores, viajan en cajas a las que se les extrae
el aire y antes de viajar se le introduce un golpe de aire frío que las
mantiene frescas durante las 11 horas del vuelo. En el caso del pescado
hay que extremar las precauciones, por lo que se transporta en unas
cajas de un material especial que mantiene el frío. Estas cajas cerradas
herméticamente y con el refrigerante adecuado proporcionan al producto
la temperatura y la frescura necesaria.
Según el país y la temporada en la que nos encontremos, llegan unos productos u otros. La mercancía que más trae Iberia en sus bodegas es la fruta y verdura (45,3%),
seguida por el pescado (25%), flores (18.5%) y carne (5%). Dentro de la
fruta y la verdura, como señalamos antes, el espárrago es el producto
estrella pero si unimos toda la variedad de frutas tropicales, éstas
salen ganando. El consumo de frutas como papaya, mango, o aguacate se ha intensificado en los últimos años. La mayor
parte de la producción que consumimos en España procede de Brasil, Perú,
Argentina, Chile, Colombia, Guatemala y Costa Rica.
De los pescados, llegados de Chile y de Estados Unidos, triunfa la
merluza y el salmón. Y en el caso de
la carne Argentina es el país estrella, desde donde llega a España y a
Europa la codiciada carne de caballo.
Una vez que el avión ha aterrizado, hay que tener en cuenta principalmente la cadena del frío. Se prepara el equipo de carga para recoger la mercancía. En Barajas se utilizan camiones frigoríficos cool & fast que permiten trasladar la mercancía desde la terminal del aeropuerto hasta la terminal de carga en apenas 20 minutos a una temperatura que se puede regular, dependiendo del producto.
En el caso de las flores, por ejemplo, tiene que estar entre los 2 y los 8 grados para que lleguen al mercado sin perder la frescura.
El centro de Perecederos de Madrid Barajas tiene una
nave de 2.500 metros cuadrados, una cámara para carnes y pescados
refrigerados de 800 metros cuadrados, otra para frutas y vegetales de
187 metros cuadrados y otra para flores de 200. Además, hay 14 cámaras
con capacidad para ubicar 28 palets de avión que cubican entre 10 y 12
metros. Asimismo, hay otras tres cámaras que están preparadas para
situaciones especiales, con regulación de temperatura desde los -20º
hasta +20º Celsius.
En el caso de las flores, por ejemplo, tiene que estar entre los 2 y los 8 grados para que lleguen al mercado sin perder la frescura.

Mientas los productos están en la
cámara, los agentes de carga realizan los tramites documentales con las
autoridades, la mercancía pasa la inspecciones sanitarias requeridas y
cuando ha recibido el visto bueno, es entregada al agente de carga para
distribución. Allí comienza otro viaje hasta posicionarlo en los
mercado.
El proceso vuelve a
repetirse en territorio español, en especial en el tráfico aéreo con las
Islas Canarias, bien en aviones de pasaje o en aviones cargueros, con
capacidad para transportar hasta 30 toneladas.
Noticia completa en Esparragos que vuelan - eldiario.es